El niño de Huétor

He leído en el País Andalucía que las 800 familias de un pueblo de Granada, Huétor, han respondido al  unísono a uno de sus vecinos, mecánico, a la idea de sembrar de encinas la vía pecuaria del lugar, 8.000 encinas, con presupuesto cero euros y con vistas a rehabilitar un suelo prácticamente muerto. Se trata del proyecto Operación Encina. Algunas de las primeras que sembraron, hace seis años, tienen ya seis metros de alto debido a un truco tan ancestral como innovador. Cada miércoles, las familias van con sus niños a sembrar o regar. Les suelen poner una etiqueta con el nombre del sembrador. Pero Marcos, un niño de 11 años, dice que para qué se les pone esa etiqueta con un nombre si aquí todo es de todos. Y esto, esta reflexión del niño de Huétor, me ha hecho pensar.

Amigo Marcos, tienes toda la razón,  los árboles del monte, de los caminos, de la ciudad, etc., son de todos aunque tengan dueño. En nuestras siembras programadas llevadas a cabo por niños de los colegios, siempre les he dicho: Este árbol que has sembrado es tu mascota, tu árbol… Y gracias a ti, amigo Marcos, me he dado cuenta que no me expliqué bien.   La verdad es que ese árbol que acabas de sembrar “es tu responsabilidad, tu compromiso de que llegue a tener cien años por lo menos y de que todos lo respeten”, pero no es de tu propiedad porque como muy bien dices tú, es de todos, a todos no da oxígeno, a todos nos da sombra y frescura y muchas cosas más. Gracias, Marcos.

Puedes verlo aquí: https://elpais.com/espana/andalucia/2022-07-17/el-milagro-de-las-encinas-de-huetor-vega-que-suben-como-un-sufle.html

Luis

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Vuelve al inicio