Reflexión y acción

¿Y si en vez de lamentarnos nos ponemos a hacer algo?

La pandemia es el virus y sus circunstancias.

Ahora que la Tierra nos ha explicado, otra vez, lo que puede hacer con nosotros, los humanos, si nos comportamos como descerebrados, intentemos pensar un poco.  

“Este no ha sido ni será el último desastre, pero ¿y si en vez de lamentarnos nos ponemos a hacer algo?” CHANTAL MAILLARD (El País)

Opinión general

Son innumerables las opiniones de científicos, naturalistas, mandatarios, artistas, etc., etc., que relacionan las pandemias y fenómenos naturales extremos con nuestro maltrato al medio ambiente. Hasta los animales salvajes, entrando en las calles de las ciudades vacías, nos han dicho que sin nosotros viven mejor. Stephan Hawkingya avisó en mayo de 2017 que posiblemente estemos ante una inevitable extinción de los humanos en el Planeta Tierra y una de las razones son nuestras fechorías con el medio ambiente.

El periodista e investigador de temas científicos David Quammen escribió en 2012 un libro con un título que, en 2020, impresiona: Spillover (derrame, o desbordamiento).  Allí describía la propagación de enfermedades de animales a humanos y explicaba que la próxima gran pandemia humana sería causada por un virus zoonótico proveniente de un animal silvestre –probablemente un murciélago- con el que los humanos estarían en contacto en algún mercado de China.

En una entrevista al medio italiano IlManifesto, realizada por Stella Levantesi, Quammen explica que el origen de la pandemia era previsible y las características de los virus al pasar de animales a humanos. Habla también sobre la relación entre destrucción del medio ambiente y la crisis climática con la aparición de estas pandemias. Sobre la desinformación científica, los medios y el miedo inútil plantea: «Tenemos que tener mucho cuidado de que el distanciamiento social no conduzca al distanciamiento emocional y que comencemos a mirar a la otra persona como una amenaza o un enemigo».

Quammen no previó el futuro, estudió los datos científicos e investigó e informó sobre la historia de las epidemias. Desde su casa en Montana, Quammen respondió algunas de nuestras preguntas para ayudarnos a comprender mejor la pandemia actual. En esta entrevista, profundizamos en las causas, la dinámica y las consecuencias de la pandemia de coronavirus.

“Entonces, nuestras muchas especies de animales que viven en diversos ecosistemas tienen sus propias formas únicas de virus. Ni siquiera sabemos cuántos virus viven en los animales del bosque del Congo o en los animales del Amazonas. No tenemos idea. Solo sabemos que son muchos virus diversos. Y así, cuando los humanos perturbamos esos diversos ecosistemas, cuando entramos allí y talamos árboles y construimos campamentos de madera y construimos campamentos mineros y atrapamos a los animales, los matamos para alimentar a los trabajadores o los matamos para transportar a otro lugar y vender en un mercado, o incluso capturarlos en vivo para transportarlos y venderlos en un mercado, nos ponemos en contacto con esos animales, perturbamos esos ecosistemas y liberamos, en efecto, nuevos virus. Ofrecemos a esos virus la oportunidad de aprovechar un nuevo host (huésped). Y ahí estamos como el nuevo anfitrión potencial.”

“El 60% de las enfermedades infecciosas humanas son zoonóticas, lo que significa que el virus o sus causas provienen de un animal no humano en tiempos relativamente recientes. Sabemos lo que sucedió y podemos rastrearlo con investigaciones científicas y decir: «este virus proviene de ese tipo de animal». El otro 40% de las enfermedades infecciosas humanas tenía que venir de algún lado. Entonces, debido a que somos una especie relativamente joven, la mayoría de nuestras enfermedades infecciosas son causadas por virus u otros agentes patógenos que son versiones que evolucionaron lentamente de otras cosas que vinieron de otras especies hace mucho tiempo, quizás miles de años atrás.” 

“Por ejemplo, el caso más famoso: hemos erradicado la viruela y ahora existe solo congelada en algunos laboratorios de investigación. No circula en la población humana. ¿Por qué hemos podido hacer eso? Porque no vive también en animales. Si la viruela también viviese en algún tipo de murciélago o de mono, entonces no podríamos deshacernos de ella en la población humana a menos que también lo hiciéramos en esa población animal. Tendríamos que matar a todos esos murciélagos o curarlos también de la viruela. Es por eso que podemos erradicar una enfermedad como la viruela, y ahí es donde nunca podremos erradicar una enfermedad que es zoonótica a menos que matemos a los animales en los que vive.”

“Entonces, ¿cuál es la solución si un murciélago nos transmite un virus? ¿Deberíamos matar a todos los murciélagos? No, esa no es la solución. La solución es que debemos dejar a los murciélagos solos, porque necesitamos murciélagos y nuestros ecosistemas necesitan murciélagos.”

Hemos podido leer muchas y ambiciosas iniciativas que proponen sembrar millones de árboles. Incluso debaten los miles de trabajadores necesarios que se cubrirán con presupuestos multimillonarios. Pero nosotros decimos que, aunque estos proyectos son loables, ¿de qué sirve sembrar esos millones de árboles si dentro de treinta años les vamos meter fuego o los vamos a cortar pera hacerlos tablones? Se ha hecho mecánicamente: proyecto, dinero, siembra, proyecto, dinero, siembra… sin tener en cuenta el amor. El amor por la Naturaleza, el sentimiento de pertenencia a ella. Por eso, nosotros pensamos que es necesario recurrir a los niños de Primaras, porque los mayores parece que ya tenemos poco arreglo. Nuestro objetivo es ofrecerles a ellos la oportunidad de amar a la Naturaleza.

PLANTEAMIENTO

La tarea que tenemos delante, si queremos hacer algo, es ingente debido a que durante demasiados años hemos alimentado el problema. Son numerosos los frentes a los que debemos atender para evitar una catástrofe global: El calentamiento debito sobre todo a la combustión del petróleo, el abuso del plástico y la contaminación producida por ellos en los ríos y mares, la tala desmesurada de los bosques y los incendios, todo ello agravado por el desmadrado consumo de los países ricos, tirando a la basura diariamente toneladas de alimentos mientras la otra mitad de los humanos mueren de hambre. ..

“La crisis climática es una batalla tan grande e importante precisamente porque afecta a otras muchas. Defender el clima significa defender, ante todo, una sociedad más justa e igualitaria”.Eduardo Robaina.

Si los niños desde primarias no se conciencian de lo que la naturaleza y sus leyes significan y aprenden a amarla como aman a sus mascotas, no estaremos haciendo nada. Los mayores tenemos la nefasta querencia de arreglarlo todo con dinero. Con sólo dinero. Lo que propone MISIÓN ARDILLA es implicar emocionalmente al niño desde Primarias. ¿Cómo? Mostrándole cómo se hace y permitiéndole que se responsabilice con lo que hace.

Lo que decimos se apoya en el paradigma psicológico conocido como conductismo. ¿Bailamos porque estamos alegres o estamos alegres porque bailamos?  No se puede amar de verdad la guitarra hasta que no la conocemos a fuerza de trabajarla. Las maestras y maestros tienen conocimientos de sobra de cómo hacer esto para conseguirlo.

Intentaremos darnos esta vez por enterados.

OBJETIVO

Nuestro ambicioso proyecto, MISIÓN ARDILLA, está haciendo las gestiones necesarias para conseguir un propósito muy claro: que los niños y niñas de todo el mundo entiendan que son ellos los que tienen que hacerse cargo de la no extinción de la especie humana porque los mayores no sabemos o no queremos.Porque hacer “algo” para remediar el desastre es un objetivo tan extenso y complicado como la vida misma: El consumo abusivo y sus desechos plásticos, la desforestación salvaje,  el cambio climático provocado por el hombre con su desmesurado afán de producir de cualquier forma, la extinción de especies (¡no nos van a comer vivos los mosquitos si hemos matado a casi todos las aves insectívoras del campo!), etc, etc…

Nosotros estamos intentando conseguir el cambio en una de las facetas del problema: que los niños y niñas empiecen a amar a la Naturaleza. A tomar el problema como suyo.

Otro objetivo a conseguir: Rehacer el currículum escolar.Para que esta concienciación se lleve a cabo con éxito, pensamos que sería ideal que en los colegios de Primarias y Secundaria se reestructurara la asignatura  «Medio Ambiente» y dentro de ella cabría nuestro protocolo para aprender a amar a los árboles.

¿La educación sobre el cambio climático debería ser obligatoria en las escuelas?, pensamos que sí.    

“¿Sabes plantar tomates? Se va a enseñar en el colegio.” Ojalá!

Tras la aprobación del Gobierno de la Ley del Cambio Climático, integrar contenidos sobre medio ambiente en las aulas es una de las claves para lograr una ‘salida verde’ a la crisis del coronavirus. (El país JULIO NÚÑEZ 04 JUN 2020)

Noam Chomsky,  (Rebelión, 24/04/2020), a la pregunta de si esta pandemia puede cambiar la manera en la que nos relacionamos con la naturaleza, contestó:

Eso depende de la gente joven. Depende de cómo la población mundial reaccione. Esto nos podría llevar a estados altamente autoritarios y represivos que expandan el manual neoliberal incluso más que ahora. Recuerde: la clase capitalista no cede. Piden más financiación para los combustibles fósiles, destruyen las regulaciones que ofrecen algo de protección… En medio de la pandemia en EE.UU. se han eliminado normas que restringían la emisión de mercurio y otros contaminantes… Eso significa matar a más niños estadounidenses, destruir el medio ambiente. No paran. Y si no hay contrafuerzas, es el mundo que nos quedará.

Luis Vallecillo.

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